Mar. 08 Julio 2025 Actualizado 3:22 pm

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ExxonMobil, bajo el auspicio írrito de Guyana, realiza labores de exploración y producción en aguas esequibanas bajo reclamación (Foto: Reuters)
Giro en la trama corporativa en torno al Esequibo

Venezuela gana el pulso a ExxonMobil en el bloque Stabroek

Recientemente, trascendió la devolución de un 20% del bloque Stabroek de la transnacional ExxonMobil a las manos del gobierno de la República Cooperativa de Guyana.

El bloque en cuestión forma parte del territorio marítimo administrado arbitrariamente por Guyana, el cual está bajo condición no delimitada por reclamación venezolana en el marco de la disputa por el Esequibo.

La empresa norteamericana ha hecho efectiva la entrega de un 9% del bloque y se espera que la entrega del 11% restante se realice próximamente. Se trata de un área marítima total de aproximadamente 2 mil 534 km².

Sin embargo, aunque se trata de una porción minoritaria del bloque, es precisamente esta sección la que tiene mayor sensibilidad geopolítica, por ser la más cercana a la salida al Atlántico desde el delta del Orinoco venezolano.

LAS CUESTIONES CONTRACTUALES DE GUYANA

El proceso de devolución del 20% del bloque Stabroek se desarrolló dentro del marco legal establecido por el gobierno guyanés, específicamente bajo la Ley de Actividades Petroleras (PAA, sus siglas en inglés).

Según el Ministerio de Recursos Naturales de Guyana, ExxonMobil cumplió con sus obligaciones contractuales al presentar actualizaciones técnicas sobre las áreas de interés, incluyendo la identificación de zonas no comerciales que deben ser reintegradas al Estado.

Este movimiento forma parte de un acuerdo de renovación de la licencia de exploración, lo cual implica que la empresa debía revisar su plan operativo y ajustar las áreas donde no se habían encontrado descubrimientos viables o donde existían barreras geopolíticas insalvables.

La Comisión de Geología y Minas de Guyana (GGMC, sus siglas en inglés) participó activamente en la evaluación técnica y legal del proceso, garantizando que solo se devolvieran aquellas parcelas sin actividad productiva o en evaluación comercial.

De esta manera, ExxonMobil devuelve la sección del bloque Stabroek a Guyana, al declarar que no han desarrollado actividad comercial desde allí mediante la apertura de pozos, tal como figura en los contratos írritos que tienen con Guyana. Lo llamativo del caso es que la empresa indicó no haber completado el proceso de exploración, lo cual sugiere que simplemente han decidido retirarse de esa sección del proyecto.

Sin embargo, se espera que próximamente Guyana opte por reasignar esta sección del bloque si otra empresa decide realizar una factibilidad técnica para desarrollar actividades de exploración y producción en dicho segmento.

LA INCIDENCIA DE LA DISPUTA CON VENEZUELA

La influencia de la disputa territorial con Venezuela es crucial en esta decisión. El bloque Stabroek está ubicado frente a la costa del estado Guayana Esequiba, un territorio reclamado de acuerdo con los derechos históricos y jurídicos legítimos venezoalnos, según el Acuerdo de Ginebra de 1966.

En este contexto, puede inferirse que ExxonMobil reconoce de manera tácita que ciertas partes del bloque no pueden ser exploradas debido a que histórica y soberanamente pertenecen a Venezuela.

Estos eventos marcan un hito en la política de la compañías estadounidenses en Guyana, pues busca reducir su exposición legal y diplomática en zonas de conflicto. Aunque no se habían realizado actividades de extracción en esa zona específica, ExxonMobil probablemente ha optado por retirarse para minimizar riesgos asociados a la incertidumbre jurídica.

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Figura 1. Perspectiva de campos en el bloque Stabroek, ilegalmente explotado por Guyana (Foto: Archivo)

En la figura 1 puede apreciarse que la zona noroeste del bloque no posee campos y pozos activos (identificados en color amarillo), a diferencia del resto del área donde están campos como Liza, Payara y otros.

Aunque la mayoría de la superficie del bloque está dentro del área en disputa, ese sector está más cercano a la línea que corresponde a la proyección marítima del Delta del Orinoco, como se aprecia en el círculo negro de la figura 2.

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Figura 2. Ubicación del bloque Stabroek en aguas esequibanas, desde la perspectiva venezolana (Foto: Archivo)

Las tensiones bilaterales han escalado en los últimos años, especialmente tras la presencia militar venezolana en aguas cercanas al bloque y la instrumentación de operaciones de bandera falsa por parte de Guyana. La Armada Bolivariana ha interceptado embarcaciones dedicadas a estudios de sísmica petrolera en mar abierto, considerando esto como violaciones del espacio marítimo venezolano, y ha denunciado la presencia de hasta 28 buques de perforación y tanqueros en la zona.

Ante este escenario, ExxonMobil optó por mitigar riesgos, dado que la tensión por la soberanía del Esequibo eleva la posibilidad de daños por conflictos legales, escalamiento militar o acciones estatales, como expropiaciones o interdicciones marítimas. Esto obliga a la empresa a contratar seguros adicionales contra riesgos de guerra, responsabilidad civil y expropiación, lo que encarece las pólizas. Además, las aseguradoras pueden rechazar cobertura en zonas de alto riesgo o imponer exclusiones geográficas.

OTRAS IMPLICACIONES

A pesar de haber devuelto una porción del bloque Stabroek, ExxonMobil mantiene sus operaciones en el resto del área, donde ya produce más de 600 mil barriles diarios y tiene proyectado alcanzar el millón en 2027 con el desarrollo del proyecto Whiptail. De hecho, la empresa planea triplicar su capacidad de producción en Guyana en los próximos cinco años, consolidando su posición como uno de los mayores productores de petróleo en la región.

Este enfoque refleja la reorientación de la estrategia hacia la sostenibilidad operativa y la reducción de exposiciones conflictivas. Al mantenerse en las áreas del bloque Stabroek menos críticas en torno a la disputa, ExxonMobil puede continuar generando ingresos sin verse arrastrada a conflictos legales o diplomáticos complejos. La ampresa no tendrá que acarrear con sostos adicionales de aseguradoras si estas incrementan sus costes por razones de riesgos geopolíticos.

Además, recientemente firmó contratos para la instalación de nuevos sistemas FPSO (Floating Production Storage and Offloading), como parte de su decisión de expandir su infraestructura en Guyana.

Sin embargo, la empresa enfrenta otros desafíos financieros, como la objeción del gobierno de Guyana a costos de recuperación cercanos a los 300 millones de dólares, lo que podría afectar su margen de ganancia. También está envuelta en disputas legales con otras empresas, como Chevron, por adquisiciones y derechos de operación en Guyana.

La devolución de parte del bloque Stabroek parece formar parte de una estrategia más amplia de ExxonMobil para enfocarse en áreas de menor riesgo y mayor rentabilidad en aguas esequibanas y guyanesas.

Si bien ExxonMobil no ha declarado la presencia de recursos que estimulen una inversión mayor en el 20% que comprende el área noroeste de Stabroek, la disputa territorial influyó directamente en la decisión corporativa, evidenciando cómo los riesgos geopolíticos afectaron desfavorablemente para la transnacional al respecto de las estrategias de inversión, los costos de aseguradoras y los potenciales costos legales.

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