Mar. 17 Junio 2025 Actualizado 6:01 pm

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Los sistemas de defensa aérea israelíes intentan interceptar misiles iraníes sobre Tel Aviv el 16 de junio de 2025 (Foto: Menahem Kahana / AFP)

Irán ahora es la línea de defensa de los BRICS y el Sur Global

La sombra que solloza en la danza fúnebre,

el sonoro lamento de la quimera desolada

T. S. Eliot, "Burnt Norton"

La conmoción y pavor de Israel sobre Irán -tomado directamente del manual de marca registrada USA- en esencia falló, a pesar de la combinación inicial de velocidad, planificación militar meticulosa y el factor sorpresa, incluyendo el hackeo de las comunicaciones electrónicas iraníes dentro del red militar, la decapitación de la nomenklatura vertical del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés); el libreto de la telaraña de los drones de ataque; y el bombardeo -finalmente inefectivo- de nodos claves de la infraestructura nuclear.

Le tomó horas a los mejores técnicos iraníes el reactivar el sistema. Y una vez que eso ocurrió, la marea comenzó a cambiar, al punto de que la lluvia quirúrgica de misiles en la noche oscura del domingo, el IRGC anunció su capacidad para desestabilizar seriamente los sistemas de comando y control israelíes usando "inteligencia aumentada", de este modo perforando la cúpula de hierro -o más bien de papel-.

Nodos absolutamente claves de la infraestructura en Tel Aviv y Haifa fueron destruidos: del complejo armamentista Rafael (especializado en misiles, drones, guerra cibernética y componentes de la Cúpula de Hierro) a la planta eléctrica y la refinería petrolera en Haifa. Esto es histórico en más de una forma.

Combinado con los gritos de alegría a lo largo de las tierras del islam al enorme trauma psicológico infringido sobre Israel. El mito de su invencibilidad ha quedado definitivamente destruido. Desencadenar el infierno desde arriba, matando mujeres, niños y montando matrices hasta morir no gana guerras contra un oponente real.

La estrategia afinada del IRGC -aplicado por un liderazgo instantáneamente renovado- está siendo ajustada día tras día en una manera calculada y quirúrgica. No es tan difícil para el IRGC paralizar por completo a la economía israelí. Israel tan solo tiene una refinería (ya bombardeada); tres puertos, de los cuales uno ya está en bancarrota (Eilat) y otro en llamas (Haifa); y un aeropuerto (ya de por sí en graves aprietos).

El contragolpe sobre la maniobra desesperada y efectivamente suicida de Tel Aviv -cero ajedrez de por medio- está vigente. Teherán está demostrando que cada uno de los cálculos del eje sionista sobre si Irán podía -y estaba- desangrarse en asunto de horas fue, predeciblemente, una falsedad.

Por su lado, el presidente de los Estados Unidos cayó en una trampa voraz. Su base MAGA ya está fracturada; a profundidad, la abrumadora mayoría no es sionista. Trump admitió, en un post asombrosamente infantil, que todo el tiempo supo todo sobre el asalto modo conmoción y pavor israelí.

Hace menos de diez días, en una reunión en Nueva York colmada de los sospechosos habituales multimillonarios, el propio Steve Witkoff -el Talleyrand de Trump- señaló explícitamente que los misiles balísticos iraníes eran "una amenaza para los Estados Unidos". Considerando su desempeño en las últimas 48 horas, todo apunta a que Washington, de facto, está entrando en la Guerra Caliente.

Fuentes diplomáticas en Teherán señalan que ese es el escenario sobre el que trabaja el liderazgo. Es por eso que están en esencia aguantando sus capacidades, y cuidadosamente calibrando los próximos grandes pasos en la escalera del escalamiento. De nuevo: la paciencia estratégica iraní al descubierto.

La pregunta es, entonces, en un escenario con Estados Unidos de facto en guerra qué hará que Rusia y China, en concertación, para perder su propia paciencia estratégica.

El orgullo persa -y la confianza en sus propias capacidades, como lo observé el mes pasado en Irán- dicta que consideran el tener todos los recursos necesarios para sobrevivir al eje sionista, Estados Unidos incluido. Después de todo, ellos apenas ahora es que están comenzando a usar sus misiles verdaderamente avanzados, del Kheybar-Shekan 2 y el Fattah-1 al Hajj Qassem.

La guerra real: contra los BRICS

Así que, en pocas palabras, la respuesta iraní puso de cabeza por completo al tablero. El maestro del circo -completo con conducción de un desfile militar patético en Washington- está desnudo. Y desenmascarado.

Ahora es dueño no solo de una sino de dos guerras proxy: contra Rusia y contra Irán, con los neonazis en Kiev y los genocidas de Tel Aviv en la línea del frente. Todo parte de la Guerra del Cuadro Macro: contra el BRICs.

A esta altura incluso le queda claroal sordo, tarado y ciego que esto nunca se trató del programa nuclear iraní, o el "esfuerzo" por construir un acuerdo nuclear formato JCPOA 2.0 propiedad de Trump. Todo se trata de la longeva obsesión del eje sionista: cambio de régimen en Teherán.

Ese es el Santo Grial, soñado desde finales de los años 90, capaz de abrirle la puerta al profundamente aquejado Imperio del Caos a la inmensa riqueza de recursos naturales de Irán, de la energía a los depósitos de minerales raros, de este modo prolongándole la vida al imperio del dólar muti-trillonariamente endeudado.

Los extra son aun más seductores: cercenar a China de un asunto de seguridad nacional -las importaciones energéticas- y de los cruciales corredores de conectividad de la Nueva Ruta de la Seda, a la par de abrir un monstruoso absceso en el flanco débil de Rusia. Un golpe de trifecta definitivo, en una sola barrida, a los tres principales países BRICS: Irán, Rusia y China; a la integración euroasiática; y al impulso hacia un sistema multipolar, y multinodal (cursivas mías) de relaciones internacionales.

Incluso cuando estados civilizatorios de primera línea están haciendo volteretas para superar al Imperio del Caos y la pulsión de sus dueños para desencadenar la Tercera Guerra Mundial, no existen ilusiones ni en Moscú ni en Beijing sobre que para enfrentar este escenario se hace imperativo el actuar asimétricamente: con astucia suprema, en lugar de meramente responder a las provocaciones (algo que ha sido el guión predominante ruso en la guerra por delegación en Ucrania).

Aun más, no es accidental, incluso tomando en cuenta el período máximo de atención de un minuto niuyorkino de Donald Trump, que anda instalando la idea de Vladimir Putin actuando como mediador entre Israel e Irán. La noción de mediación entre un socio estratégico y una entidad dudosa y propensa al doble juego es un absurdo concentrado. Esto convertiría a la asociación estratégica -por cierto, recientemente aprobada por el Majlis, el parlamento iraní- en una farsa.

En la práctica, Moscú bien pudiera suministrar a Teherán con S-400 seriamente necesitados -tienen un solo sistema por ahora-, más Pantsirs y BUKs, mientras que China ya está proveyendo de materia prima para acelerar la producción de misiles.

La inteligencia rusa, mientras tanto, ya hizo los números sobre el efecto especo de la propia Operación Telaraña de Israel, que fue empleada exactamente bajo el mismo modus operandi de aquel del SBU ucraniano -haciendo de frente para el MI6 y el Mossad- librada contra los bombarderos estratégicos rusos que forman parte de la triada nuclear.

Se están haciendo preguntas serias sobre si Tel Aviv está directamente involucrada en el sabotaje a Moscú, así como preguntas muy serias ahora están apareciendo en relación al rastro ucraniano. Compartimentos de información de inteligencia en Moscú consideran que el proceso de "cese al fuego" de Trump se mueve como camuflaje sin pulir para forzar a Rusia a dejar de molestar por un rato, mientras los chihuahuas de la OTAN a su entera disposición y le piden al estado profundo que prepare un primer ataque (al menos en sus sueños retorcidos).

Así que más pronto que tarde, tal vez veamos a Rusia efectivamente expandiéndose sobre la actual estrategia iraní: una enorme guerra infraestructural, sumergiendo a Ucrania en un apagón total, metafórica y de la otra manera, tal como el bombardeo de una planta eléctrica en Haifa sumergió a la ciudad en un apagón total.

Por qué no se puede permitir que Irán falle

Desde luego, la actual demencial escalera escalatoria no existiría de Trump haber sido lo suficientemente maduro como para aceptar la oferta realizada por Alí Shamjani, posteriormente asesinado por Israel: Irán podía deshacerse de su uranio altamente enriquecido y firmar un nuevo acuerdo nuclear, de levantarse las sanciones. Teherán, de este modo, solamente enriquecería uranio a bajos niveles para su programa civil.

En paralelo, Teherán incluso también llegó a sugerir un proyecto conjunto de enriquecimiento nuclear con inversión estadounidense además de saudita y emiratí. El canciller iraní, Abbas Aragchi, personalmente se lo delineó al enviado especial Witkoff en Omán, antes de que colapsaran las conversaciones.

Mientras tanto, el Sur Global, observa el pin-pong horrendamente letal entre Israel e Irán, con una conciencia creciente de que el Occidente arrinconado cada día que pasa es un animal peligrosamente arrinconado, librando una guerra total detrás de la máscara de la paz.

Tel Aviv ardiendo es el inicio de una nueva era. En su ira, ahora amenazan con el "modelo Beirut" contra Teherán: destrucción sin sentido de los vecindarios civiles. Una vez más, lo que mejor saben hacer: terrorismo.

Y aun así, no habrá más impunidad para el sistema genocida. Las consecuencias serán inevitablemente discutidas esta semana en el Foro Económico de San Petersburgo, de ahí hasta el mensaje de Putin en la sesión plenaria del viernes, llegando hasta la Cumbre BRICS en Río de Janeiro a inicios de julio.

Tomándole el pulso al Sur Global, el sentimiento es de que Irán de facto está en el proceso de restaurar su autoridad ética y geopolítica a lo largo de Asia occidental, tal como lo ejerció el imperio persa por siglos. Eso es lo que hacen los estados civilizatorios: su papel como guardianes privilegiados de su esfera de influencia siempre ha sido esencial.

Bajo la dócil presidencia brasileña es improbable, pero los BRICS más pronto que tarde tendrán que realizar una transición estratégica de una máquina de declaraciones hiper-respetuosas a convertirse en la verdadera, sólida e inquebrantable columna del Sur Global y el Eje de la Resistencia Global.

Porque el occidente iracundo y perturbado ya no está en modo guerra híbrida, paso a modo Totalen Krieg, tan ardiente como se puede imaginar. Por lo tanto, el Sur Global debe pasar a modo post-híbrido rebeldes con causa.

De Nigeria a Indonesia a Vietnam -miembros y socios BRICS- existe un consenso creciente de que no se puede permitir que Irán caiga. Es así de serio. El hechizo dictaminoso del Occidente sin restricciones finalmente se quebró: todo lo que sobrevive es el "sonoro lamento de la quimera desolada". Solo faltaba un envión de conmoción y pavor -fallido- para llegar a la gota que rompió el cántaro.


Originalmente publicada en inglés por Sputnik el 17 de junio de 2025, la traducción para Misión Verdad e HispanTV la realizó Diego Sequera.

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