Las últimas sanciones de Estados Unidos contra Rusia, las primeras bajo la segunda administración Trump, no pretenden tanto ser un arma contra la economía rusa como un medio para utilizar la geopolítica energética con el fin de romper los Brics, especialmente su núcleo formado por Rusia, India y China (RIC). Esta valoración se basa en los estrechos vínculos comerciales de India y China con Estados Unidos, a pesar de los aranceles de 50% y 55% que les impone este país, su continua rivalidad a pesar de su incipiente acercamiento y su triangulación con Rusia.
En el orden en que se han compartido, el comercio de India y China con Estados Unidos es mucho mayor que su comercio con Rusia, pero esta suministra una parte importante de su energía. Sin embargo, aunque ninguno de los dos quiere pagar más por el petróleo, los costes generales del aumento de los aranceles por parte de Estados Unidos como castigo por desafiar sus últimas sanciones, así como las sanciones secundarias que podrían imponerse a sus instituciones financieras que facilitan este comercio, podrían ser aun mayores. Esto podría obligarlos a reconsiderar su postura.
En cuanto al segundo punto, estar en mejores términos con Estados Unidos que el otro les beneficia mutuamente, ya que ninguno quiere arriesgarse a que su rival se alíe con Estados Unidos en su contra, lo que podría tener implicaciones estratégicas. Por lo tanto, podrían calcular que tienen más que perder si desafían al Hegemón en busca de precios más bajos del petróleo y mantienen vínculos más estrechos con Rusia si el otro no lo hace, por lo que es mejor cumplir. Esto equivale a convertir el dilema del prisionero en un arma.
Partiendo de lo anterior, el último punto es que cada uno podría haber calculado que su rival no obtendría mejores relaciones con Rusia a costa de ellos, siempre y cuando ambos cumplieran de manera informal —condición clave— con las últimas sanciones de Estados Unidos, lo que cada uno podría hacer a pesar de criticarlas públicamente. Al final, ya estaban reduciendo las compras de petróleo ruso incluso antes de las sanciones, con una caída de 14% en India entre agosto y septiembre y de 8,1% en China en los primeros nueve meses del año.
Por muy convincentes que puedan parecer estos argumentos, nadie debería dar por sentado que India y/o China dejarán de importar energía rusa por completo, y mucho menos de forma inmediata. Simplemente, en este momento no hay suficiente oferta en el mercado para que puedan hacerlo. Incluso si otros aumentaran la producción, es posible que estos dos países solo pudieran reducir gradualmente su dependencia de la energía rusa, que probablemente se vendería entonces con un descuento aun mayor para incentivarlos a mantener algunas compras. Por lo tanto, es probable que todo se equilibre por sí solo.
No obstante, Estados Unidos aun podría destacar la reducción de las importaciones de India y China bajo coacción —la primera confirmada por su principal comprador y la segunda solo informada— para desacreditar el mito de los Brics de que todos ellos —especialmente los RIC— trabajan en armonía contra Estados Unidos, algo de lo que Trump se ha quejado anteriormente. No importa que esa guerra de información no tenga un efecto tangible en los procesos globales, ya que lo único que le importa a Trump es la percepción de que su país ha roto la unidad de los Brics —y especialmente de los RIC—.
En ese sentido, la operación especial de Rusia en Ucrania no se vería limitada ni siquiera en el caso hipotético de que India y China abandonaran definitivamente su energía, ya que el Kremlin cuenta con fondos suficientes para seguir financiando su parte del conflicto durante al menos los próximos años, aunque esto podría acarrear algunos costes de oportunidad. La conclusión es que Estados Unidos está utilizando la geopolítica energética como arma para intentar dividir los Brics, lo que podría conseguir en términos aparentes, pero que en realidad no supondrá ninguna diferencia sustancial.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el Substack de Andrew Korybko y fue traducido para Misión Verdad por Spoiler.