Jue. 03 Octubre 2024 Actualizado 5:10 pm

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Este año la diplomacia venezolana cambia el método. el presidente Nicolás Maduro redactó una carta que fue leída en la Asamblea General de la ONU por el Canciller Carlos Faría. (Foto: Prensa Presidencial Venezuela)

Carta de Nicolás Maduro a la ONU: "Otro mundo es urgente"

Frente a un mundo que se resquebraja, de cara a una institucionalidad internacional que se diluye y fijando la posición de Venezuela en este marco de circunstancias, el presidente Nicolás Maduro ha hecho unas advertencias en una carta abierta que ha enviado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) mientras se realiza la Asamblea General de este año.

Dicho documento fue leído por el canciller Carlos Faría ante este foro de países, y ha sido divulgada mediante los servicios exteriores del país como una suerte de ofensiva narrativa desde una visión venezolana.

Esta carta es quizá uno de los documentos más relevantes divulgado a nombre de la República ante las demás naciones. Contiene elementos sucintos sobre el tiempo presente que son un golpe en la mesa frente al desgano de muchos gobiernos del mundo, incapaces de interpretar con mirada propia la realidad e inhabilitados para hacer política a fin de romper el ciclo que sigue empujando a la humanidad al abismo.

1. El inexorable cambio mundial

El Jefe de Estado aseveró que existe una crisis sistémica promovida por un cambio de era, una "falla telúrica que hace temblar el edificio imperante". El orden mundial se tambalea por "la crisis del modelo civilizatorio occidental supremacista, imperialista, que niega, ataca e intenta suprimir al otro". Este orden no reconoce otros modelos diferentes al de las elites del Norte Global.

El presidente venezolano afirmó que dicho orden mundial, al que calificó de unipolar y colonialista, es incapaz de dar respuestas satisfactorias a los problemas y necesidades del mundo.

Tales contradicciones no son señaladas de manera menor. Para Maduro el declive del orden civilizatorio occidental, pero especialmente la feroz manera en que las viejas potencias se aferran al viejo orden, han puesto al mundo en jaque, imponen una espiral vertiginosa que envía a naciones enteras al colapso.

El norte atlantista como eje hegemónico debe reconocer y aceptar la emergencia de nuevas potencias y liderazgos como Rusia, China, India, Irán o Turquía, y ha de abrirse a un mundo multipolar, pluricéntrico y libre de hegemonismos, señala la carta.

Lo anterior no es cualquier sentencia o frase suelta en el documento. Por el contexto actual sabemos que una inmensa parte de la humanidad se atrinchera ahora fortaleciendo su unidad política, económica y militar en el eje euroasiático, proponiendo el regreso del mundo a su antiquísimo centro de gravedad, el cual ya existía antes del surgimiento de la hegemonía anglosajona. Pero con la particularidad de que el mundo que irrumpe tendrá nuevos polos de poder y contrapesos.

Esta interpretación sobre la cuestión civilizatoria nos recuerda que mientras los europeos más al norte vivían en el neolítico, Eurasia, Asia y el Medio Oriente, ya eran pueblos que desarrollaban las artes, la ciencia y el comercio. Aquellos hiperpoblados mundos del pasado que apenas fueron sometidos hace un parpadeo en la historia por el colonialismo y la modernidad, claman por su lugar como pivotes del mundo y se están reunificando para ello, tal como hace poco se apreció en Samarkanda, Uzbekistán.

Maduro señala el inexorable levantamiento de un nuevo orden, "a despecho de la arrogancia occidental". Lo que transcurre es un "cambio de época post-imperial".

El mandatario clamó por un "cambio ético" en las viejas potencias a favor de la construcción "de un nuevo mundo común, sin colonizados, sin colonizadores". "No hay tiempo para la prepotencia, no hay tiempo para las contradicciones y escaramuzas inútiles", sentenció.

En una referencia al Libertador, Simón Bolívar, Maduro refirió de manera tácita al resquebrajamiento de Europa, a su nueva gran crisis y al doloroso sacrificio involuntario de su población por los designios del complejo industrial militar otanista, que ha preferido la guerra de largo aliento contra Rusia usando a Ucrania como Estado proxy.

Maduro citó la Carta de Jamaica, como un llamado a la sensatez:

"'Y la Europa civilizada, comerciante y amante de la libertad, permite que una vieja serpiente (…) por solo satisfacer su saña envenenada, devore la más bella parte de nuestro globo? –y seguía interpelando Bolívar- ¿Está la Europa sorda al clamor de su propio interés?’ ¿Está sorda la dirigencia Europea y Norteamericana? Nos preguntamos hoy nosotros al borde de una crisis que podría ser la última para la humanidad", señala la carta.

2.  La crisis sistémica del modelo

Para el presidente venezolano el marco de contradicciones del presente viene señalado por la simultaneidad de las crisis que nos abordan, como por su contundencia. El sistema vigente no está facultado "para responder satisfactoriamente a los problemas y necesidades que el mismo ha creado en perjuicio de la humanidad, de la vida animal, del planeta".

Adicionalmente, el presidente refirió una de las grandes crisis del tiempo actual, pero que a la vez es la menos comentada: "la crisis de la verdad", la crisis de discurso, de los símbolos, los relatos, la cultura. No es otra que la crisis por la disputa de las mentes humanas. Su referencia fue precisa a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

"Nos enfrentamos a un régimen de representación, tergiversación y supresión de la realidad que impone el algoritmo de las nuevas tecnologías de la comunicación, a conveniencia de los más poderosos. La manipulación de la información y las emociones es sólo una parte del problema".

El presidente citó al autor surcoreano radicado en Alemania, Byung Chul-Han, al denunciar el desarrollo de un Estado global de vigilancia, violación de la privacidad y control digital de la social, que pretende migrar a la sociedad de manera inconsulta y forzada a un modelo de "infocracias".

Ese más que pertinente comentario concurre ante mandatarios del mundo que guardan silencio o no comprenden la gravedad de los eventos que nos deparan las grandes tecnológicas, justo ahora.

Los grandes capitalistas tecnológicos, como Mark Zuckerberg , Elon Musk, Bill Gates, Larry Page y Serguéi Brin, entre otros, están rediseñando el mundo a gusto. Proponen un sistema de "metaverso" para la interacción de la vida, pretenden instalarnos microchips en nuestros cuerpos y ya la empresa Neuralink, de Elon Musk, experimenta en cerdos implantes digitales para descargar y cargar información digital en el cerebro.

Estos métodos, que no son más que una expresión de hackeo de las formas de vida como las conocemos, forma parte de la intrincada crisis multidireccional de la cultura, la palabra y la verdad, que tiene nuestros cerebros y nuestras propias vida como campo de batalla.

La disertación del presidente sobre las crisis multifactoriales que abordan al mundo, tiene consigo la interpretación de que el mundo en todos sus ámbitos es un espacio de disputa, una disputa que transcurre no solo entre países, transcurre entre la élite y nosotros, la humanidad. Por ende, es una refriega en la que nosotros y el planeta estamos perdiendo.

La raíz de la crisis sistémica mundial está en el sistema capitalista, subraya la carta.

3. El sistema de bloqueo económico contra países como un arma de guerra

Tal como ya ha sido reiterado en las últimas asambleas generales de la ONU, el mandatario venezolano no podía dejar de lado denunciar nuevamente el formidable y doloroso bloqueo que sigue sufriendo la nación venezolana. Pero más allá de Venezuela, el presidente abogó por el fin de los bloqueos como maniobras coercitivas, que, de hecho, ya han evolucionado a la categoría de armas de guerra.

Irán, Cuba, Rusia, Nicaragua, no estuvieron ausentes de su declaración como países perseguidos y sancionados.

Venezuela ratificó nuevamente que todos estos años se ha producido una vulneración del derecho y las instituciones internacionales mediante las operaciones de cerco contra países, por vía de la coacción política y económica.

El marco de congruencia de esta denuncia con el mundo actual, se entiende por el contexto más allá del documento del presidente. La crisis inflacionaria, de las cadenas de suministro y especialmente de la energía que se han detonado este año en detrimento de rusos, europeos y dolorosamente en países del Sur Global, obedece a las medidas coercitivas e ilegales contra Rusia, que fueron a la vez cuestionadas por el mandatario en su carta.

4. El rechazo a la guerra total

En referencia a la paz y la seguridad mundial, la carta dirigida a la Asamblea General de la ONU abogó por "el restablecimiento del camino diplomático, del dialogo político, por encima del enfrentamiento militar". Maduro llamó a construir ese dialogo más allá de las ideologías y evidentemente por el contexto, la declaración venezolana alude al desarrollo de la guerra ruso-ucraniana como un hito en el que Occidente articula una escalada más grave y difícil.

"La humanidad no sobrevivirá a una guerra mundial", sentenció de manera tajante.

El mandatario suscribió la propuesta del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para la paz entre Rusia y Ucrania mediante la vía diplomática.

La posición venezolana, divulgada en la carta, no se descoloca de las posiciones precedentes sobre este conflicto. Aunque el país ha abogado incesantemente por la paz, Maduro entiende que las causas de esta guerra han sido el injerencismo y las "provocaciones militares" de Occidente que ha azuzado contra Rusia llevando los eventos al punto actual.

Más allá del cese de la vía de las armas, Maduro pidió el fin del odio contra el pueblo eslavo, en clara alusión a la llamada rusofobia que ha irrumpido como fenómeno y que solo alienta la guerra.

"A partir de la invasión de EEUU a Afganistán en 2001, se quebró la confianza internacional y se agudizaron las contradicciones propias de una lógica imperialista y supremacista. Desde entonces hemos visto la sangre correr impunemente por Irak, Yemen, Haití, Somalia, Libia y Siria, por solo nombrar algunos hitos de esta vergonzosa tragedia que está dando al traste con el derecho internacional", refiere la carta.

5. El bloqueo a Venezuela como eje transversal del documento

El presidente Maduro ha planteado una visión venezolana del orden internacional, de las crisis planetarias y del cambio de época, por supuesto, aludiendo a su propio país como expresión sucinta de todo este marco de contradicciones.

El presidente refirió también que Venezuela ha sido espacio del "modelo de colonización en versión moderna". Refirió a la economía de mercado y a la globalización neoliberal. A su juicio, el país ha sido objeto de las más duras arremetidas, en todos los puntos de presión, por resistirse a replicar el modelo instaurado a escala global, por ser Venezuela "una alternativa al sistema imperialista y depredador". Nos han agredido por formular nuestro propio modelo, "el Socialismo Bolivariano", refirió el Presidente.

Son 913 sanciones impuestas contra Venezuela y una pérdida para el país superior a los 150 mil millones de dólares, refirió el mandatario, en un clamor por analizar la situación de Venezuela en su máxima dimensión. Entiéndase con ello que Venezuela es expresión cruda y punto crítico de la disputa que transcurre a escala planetaria entre las elites y los pueblos. Venezuela es codiciada por la élite global a causa de sus recursos y es, precisamente por ello, el marco de singularidad en la vida venezolana. Venezuela es un país en guerra multiforme.

Golpes de Estado, intentos de magnicidio, bloqueo económico, intentos de invasión, sediciones contra la Constitución, todo esto lo ha vivido Venezuela, "por el simple hecho de desafiar, en las postrimerías del pasado siglo, al régimen de pensamiento único que se impuso al mundo…".

En otros elementos sobre la vida del país, el presidente denunció que se pretenda arengar en una llamada "crisis humanitaria" como causa de la migración de venezolanos al extranjero. Señaló que el 60% de los que han salido, han vuelto al país. Se le oculta al mundo, que de todos los países que han sufrido crisis en migración, Venezuela ha sido el único que ha dispuesto de una política de repatriación que ha sido boicoteada por acciones de bloqueo, en referencia a la aerolínea Conviasa.

El presidente cuestionó el destino de las supuestas ayudas internacionales que en teoría van beneficio de los migrantes venezolanos.

La carta hizo referencia a que pese a las duras condiciones de bloqueo, el país produce el 80% de sus alimentos desde hace 120 años. Indagó en este hito que el regreso a la agricultura sostenible permitiría el aprovechamiento de más de 30 millones de hectáreas de tierras fértiles en el país.

6. Venezuela ante la crisis energética mundial

El presidente Nicolás Maduro abogó por un regreso de Venezuela al mercado energético mundial que está ahora en un momento de crisis muy álgida. Venezuela quiere "ser útil" por ser una de las principales potencias en materia petrolera y gasífera.

A su juicio, la crisis energética mundial "viene arrastrándose desde hace más de una década" y ha sido exacerbada por la guerra ruso-ucraniana (OTAN). El país es un factor "insustituible" en el suministro de energía.

Adicionalmente, Venezuela aboga en este documento por los efectos de la crisis energética sobre los países pobres del mundo, pero es además una crisis que también impacta a los ricos. La alusión tácita del documento, nuevamente nos devuelve a la crisis energética y de suministro que concurre desde febrero. Como sabemos, el precio de la energía y materias primas viene a mellar la débil estabilidad de los precios internacionales de los alimentos comprometiendo el destino de cientos millones en el mundo, de maneras muy graves.

Al Venezuela poner sobre la mesa sus capacidades, propone un tiro por elevación a las potencias occidentales en crisis. Justo ahora, cuando Rusia encuentra nuevos mercados en China e India para llevar el gas y crudo que otrora despachaban a Europa occidental, se produce una alta concentración de energía y materias primas con destino a Asia. ¿Cuántos grandes productores quedan disponibles en el hemisferio Occidental? Además de EEUU hay muy pocos referentes y Venezuela, con la principal reserva de crudo del planeta y la quinta reserva mundial de gas, es un destino inevitable.

Aunque esto revista en nuevos riesgos por la gran exposición de Venezuela a los designios peligrosos del mundo occidental, Maduro prefiere hacer la apuesta a todo riesgo.

7. La carta es un llamado a “cambiar lo que deba ser cambiado”

El presidente Maduro llama a "cambiar lo que deba ser cambiado" y afirma que ello demanda coraje. Esta interpretación chavista transformadora de la realidad, que es original de Fidel Castro, es una respuesta ante la languidez de la dirigencia mundial que no entiende la premura de las acciones que el mundo está demandando.

Para Maduro el mundo podría ser un ordenamiento con hemiplegia parcial, donde solo algunos países proponen y actúan a favor de cambios reales mientras que otros, la mayoría, acobardados o serviles, se resisten a superar la inercia.

El presidente aclara en su carta que ese documento no sirve para el fin de cumplir el requisito de expresar la posición del país en la Asamblea General. Aludió a un mundo, especialmente del Sur Global, que clama por respuestas. "Confío en que esta convocatoria no caerá en el vacío. Tengamos la sensatez de reconocer el fin de este modelo global hegemónico".

Finaliza su carta con un llamado lapidario: "Otro mundo, otra vida, no solo es posible, sino que hoy más que nunca son urgentes", señala. Pero el documento, en suma, está lejos de ser una declaración fatalista. Maduro hace énfasis en acudir con "entusiasmo" para fundar "un nuevo orden multicéntrico, pluripolar, intercultural y equilibrado".

Los destinos de lo posible y constructivo irrumpen solo luego de las interpretaciones de la realidad de manera crítica y descarnada. Este impecable análisis que ha hecho Maduro, es un llamado al salto adelante. Nada que implique ello, está exento de la ilusión y ello tal vez para los pueblos del mundo, más que una convicción, es también una urgencia.

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