En Los Ángeles, los inmigrantes son usados por los poderes en pugna en los Estados Unidos por el control de los pocos recursos que en ese territorio quedan, y así remachar la opresión de las corporaciones que gobiernan ese país. Eso mientras los venezolanos empresarios, palangristas, académicos de títulos sacados en concursos de confeti, clase media, actorzuelos, ladrones, traficantes, estafadores, que todo les hiede y nada les huele, que en el pasado incluso muy reciente, el 28 de julio de 2024, pretendieron tumbar al gobierno con sus guarimbas y comanditos aliados a las bandas delincuenciales con asesinatos e incendios por todos lados. Estos seres, que ya no soportan su pudrición, se arrodillan a practicar la posición del misionero con el señor Trump, la vergüenza de la vergüenza. ¿Será que se enteraron que el señor era habitué de la isla de Eisptein? Que, por cierto, el señor y que dueño de la isla no era más que un destacado agente del Mossad israelí, lo que hace suponer que la tal isla solo era un receptáculo de señores con placeres ocultos no permitidos por las convenciones sociales y este espacio se los permitía, y cuando se resbalaban ya estaban grabados, fotografiados y expuestos al soborno y el chantaje, lo que puede explicar el control de las elites corporativas que someten a Raquel y todo aquel sobre sus decisiones empresariales o políticas en el mundo.
Estos vendepatrias, que han promovido golpes de Estado, paros petroleros, atentados, magnicidios frustrados, que han dejado sin luz al país, que han motivado guarimbas, que han producido fraudes, asesinatos de ancianos y niños, que han quemado gente viva, que han degollado personas, que han incendiado calles, avenidas, oficinas y casas de personas, que han asesinado por sus intereses, que abiertamente proponen entregar el país a las transnacionales, son los mismos que aplaudieron y se alegraron por que el gobierno de Estados Unidos secuestrara a una niña venezolana y de que hayan enviado secuestrados venezolanos a campos de concentración en El Salvador del narcotraficante Bukele. Esos son los mismos que se alegran por el genocidio en Palestina, la destrucción de Libia, Siria, Irak, Irán, en general de la tragedia a la que ha sometido el humano-capitalismo a todo el planeta.
Estos proto-humanos se duelen cuando el gobierno captura cargamentos de drogas, chillan como camión de cochino cuando el gobierno detiene mercenarios, sobre todo estadounidenses. Estos seres que fungieron como coyotes vendiendo a sus propios connacionales hoy están dispuestos en la más vergonzante actitud a postrarse sumisamente ante su amo, el capitalismo financiero especulativo; peor catadura, imposible. En un saco de mango algunos pocos se pudren, pero los venezolanos haremos historia a pesar de la pudrición de algunos.
¿Pero esto solo ocurre con los venezolanos? No, señor. Hagamos una lista de virtuosos presidentes de América Latina: Colombia, cuatro presidentes seguidos dueños de la producción y tráfico de la cocaína; Noboa en Ecuador; igual en Honduras: Flores sale con los ganchos puestos por sus vínculos con el narcotráfico; en El Salvador, Bukele es pieza del narcotráfico; si seguimos buscando: Panamá, Guatemala, Argentina, Chile, Perú, Brasil, Uruguay, Paraguay, México: en esas elites el que no hiede apesta, y si te pela el chingo te agarra el sin nariz. No hay uno solo que no haya entregado a estos países al Fondo Monetario Internacional, a la OTAN y al Banco Mundial, o lo haya inscrito en planes para atacar a sus vecinos: botón de muestra fresquito: Guyana y Trinidad y Tobago.
No se vayan que de esta cabuya hay un rollo. En Estados Unidos todo está en deterioro, desde el presidente, el Congreso, pasando por el alto tribunal, iglesias, altos cargos, empresarios, ejecutivos, promotores de espectáculos, políticos de toda laya; académicos, todos ligados a estafas, robos, crímenes, pederastia, pedofilia, violaciones, drogadicción, peculio; todos con una misma disposición corporativa: acabar con una porción de la población-mercancía en deterioro, destruir a Estados Unidos como nación para poder aprovechar los pocos recursos que quedan. Para ello, los obesos, drogadictos, locos y pobres en general deben ser exterminados como salida y así poder recoger las riquezas dispersas. Las grandes corporaciones están quebrando a los productores del campo y a la pequeña industria con el fin de arruinar a campesinos e imponerle las nuevas reglas del juego.
El crimen que hoy cometen las elites norteamericanas contra los migrantes no es solo por odio, es fundamentalmente por riquezas. Les quieren quitar desde la casa hasta lo que cargan en el bolsillo, y después que lo hagan los volverán a recibir para que trabajen como esclavos en condiciones de paupérrima esclavitud, mientras promueven la guerra a escala mundial con el fin de imponer el caos y las nuevas reglas del capital financiero especulativo.
Pero como dice la propaganda: aún hay más, porque la podredumbre no es solo en Norte y Suramérica y el Caribe. Veamos, la noticia se cuela por todas las redes y otros medios. Tres gobernantes, Friedrich Merz de Alemania, lumbrera del pensamiento burgués; Keir Starmer de Inglaterra, fundadora de la industria burguesa; y Emmanuel Macrón de Francia, cuna de la revolución burguesa; tres países otrora potencias o imperios fundadores del humano-capitalismo, son grabados escondiendo el pucho de cocaína, la cucharilla y demás implementos con lo que consumen la raya blanca, en un tren que los dirige a una reunión donde supuestamente van a contribuir en negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, pero resulta que es público, notorio y comunicacional que el señor presidente de Ucrania también le mete a la blanca, señores, a todas luces es una cayapa de endrogados contra el señor Putin, deportista a toda prueba. Los malandros del jardín europeo no perdonan que la gente quiera vivir de otra manera.
Pero si seguimos hurgando nos percataremos que la cayapa es mayor, es un cambote, una trulla de elites, con el chip de humanamente superior. En la dirección mundial, tenemos que en la Corona de España también se cocina quinchoncho, las denuncias son de a tres por locha y una de ñapa, corrupción, asesinato de elefantes, asesinatos de inmigrantes, robo de viviendas por las grandes inmobiliarias y banqueros, redoblonas masivas de mujeres y las elites portuguesas no se quedan atrás robándole a Venezuela.
Pero estas denuncias se deslizan hacia Suecia, Dinamarca, Holanda, Suiza, Bélgica, el Vaticano, entre otros, donde al igual que las anteriores el tráfico de armas, drogas, artes, reliquias, cuerpos y órganos de gente son la arepa de cada día en esas elites humanas, humanistas, sobrehumanas, trihumanas, muyhumanas, humanísimas, requetevergatariamente humanas, civilizadamente humanas, progresistamente humanas, portentosamente humanas, ecológicamente humanas, cualificadamente humanas, bondadosamente humanas, humildemente humanas, exclusivamente humanas, superiormente humanas, religiosamente humanas, descarnadamente humanas, hambrientamente humanas, cobardemente humanas, ignorantemente humanas, sobradamente humanas, descaradamente humanas, egoístamente humanas, individualistamente humanas, capitalistamente humanas, industrialmente humanas, revolucionariamente humanas, libertariamente humanas, igualitariamente humanas, excepcionalmente humanas, literariamente humanas, imperialmente humanas, energéticamente humanas, potencialmente humanas, artísticamente humanas, históricamente humanas, musicalmente humanas, histéricamente humanas, científicamente humanas, esquizofrénicamente humanas, neuróticamente humanas, unipolarmente humanas, depresivamente humanas, ansiosamente humanas, disruptivamente humanas, sicóticamente humanas, drogadictamente humanas, obsesivamente humanas, compulsivamente humanas, fóbicamente humanas, pánicamente humanas, criminalmente humanas, cascorvamente humanas, pederastamente humanas, pedófilamente humanas, delincuencialmente humanas, estafadoramente humanas, y no pueden ser más humanas porque el humanismo ha muerto y no hay quién lo llore, porque todas las elites están muy ocupadas tratando de comerse al cadáver y su herencia. Ahora ya sabemos por quiénes doblarán definitivamente las campanas, con todo y jardín.
Todas estas elites siempre han sido gente de la guerra, del engaño, de la mentira, de la trampa. Estas elites siempre han mantenido a la base militar israelí en el Medio Oriente para destruirlo, para robarle sus recursos, un cuartel donde todo lo que produce son recursos y tecnología militar, agencias de inteligencias, asesoría sobre tortura, chantaje, golpe de Estado, asesinatos, magnicidios que exportan a todo el mundo.
En Argentina, desde antes de las dictaduras, los argentinos están llevando por el lomo. Han tenido, muchos presidentes, uno detrás de otro, de distintas ideologías de izquierda, de derecha, progresistas; y lo mismo vemos en Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, El Salvador, México y otros. En todos los países notamos la misma alternabilidad de los presidentes y tienen inflación, pobreza, delincuencia como Venezuela y no están bloqueados, no tienen atentados terroristas, nadie los amenaza con invadirlos, no tienen golpes de Estado a menos que se los dé Estados Unidos, no tienen saboteos a la economía, no tienen paro a sus industrias petroleras, mineras o cárnicas, o de lo que sea. Entendemos que no resuelven el problema porque no tienen voluntad política propia como no sea la de rapiñar. De hecho, un gran porcentaje de estos llamados gobernantes terminan presos o extraditados a Estados Unidos porque no solo roban a la mina, sino que también quieren meterle las manos en el bolsillo a los mismos dueños corporativos.
Porque son regentes de las respectivas minas, pero todos obedecen a las corporaciones dueñas de estas minas llamadas países. A ninguno de estos presidentes se les ocurre una solo idea en donde puedan vislumbrar la posibilidad de un país; he allí la diferencia entre nuestro gobierno y los demás: en Venezuela hay ideas que chocan con lo establecido en deterioro, ninguno de los presidentes o partidos antes en Venezuela se les ocurrió que debían trabajar por construir un país distinto a la mina heredada, sino que simplemente se acoplaron a los designios de las corporaciones que los han tenido como sus esclavos domésticos, ya sean dictadores, demócratas, cristianos, de izquierda, de derecha, de centro; a ninguno de los tipos se les ocurrió la idea de preparar a la gente para construir un país distinto, una idea con un plan audaz para llevarla adelante, no la tuvieron. Y esa es la diferencia con el gobierno chavista, con Chávez, con Maduro, con Diosdado: que hay una idea de construir un país, en este territorio, donde se usen apropiadamente los recursos y que la gente coma, estudie, construya casas, ropa, calzado, arte. Más allá que cualquiera puede cuestionar la forma como eso se hace, la diferencia está ahí.
Distinto a los demás presidentes que administran minas. Ahí tenemos a Lula en Brasil: segundo gobierno, pasó por todo lo que pasó y el tipo ahora está más vendido a las transnacionales que cualquier otro y peor, porque ahora todo el prestigio ganado lo tiró por la cañería de la historia. Tanto nadar para morir en la orilla del desprestigio. Al igual que el Pepe Mujica de Uruguay, vendido en las peores condiciones, sus discursos son que si el mundo tiene que ser bonito, verde, ecológico, que legalicen la marihuana, que todo el mundo tiene derechos, pero en la vida real, en el mundo concreto, hasta en su muerte trabajan para las corporaciones, no trabajan para la gente que habita donde ellos son presidentes. Entonces tienen los mismos discursos que tiene cualquiera, o peor aún, en la práctica sustentan el discurso de las corporaciones, no tienen un discurso con el que la gente se pueda identificar y esté dispuesta. En Colombia, los colombianos están dispuestos a salir adelante con lo que sea como lo están los peruanos, los ecuatorianos, los argentinos, y lo han demostrado, han demostrado que como gente están dispuestos a luchar en lo que se le proponga, pero los que no están dispuestos son los gobernantes, los políticos, los empresarios, los artistas encumbrados, los académicos, los profesionales que habitan en esos territorios, no tienen ninguna disposición para trabajar colectivamente junto con los demás para salir adelante, sino aprovecharse, saquear la mina como cualquier otro, son extranjeros habitando en su propia tierra, eEso es lo que realmente ocurre, lo demás es gamelote seco.
Ahora vemos el caso de la ExxonMobil que le apoyan Guyana y Trinidad. Guyana tiene 800 mil habitantes en una pobreza desesperante, al igual que Trinidad y Tobago con una población aproximada de 1.511.155 personas dirigidas por unas elites miserables, pagadas todas por la ExxonMobil, capaces de mandar a morir a su población para robarle el petróleo a Venezuela, pero ni siquiera es para ellos que se lo están robando, es robándoselo para entregárselo de gratis a la ExxonMobil por una pobre comisión. Esa es la miseria de la miseria del ser; no es que dicen: bueno, el petróleo lo estamos robando en nombre de lo que es mío o porque soy resteado, porque vamos a construir con este petróleo un país, nada me importa y me voy a matar con quien sea por esto. No, los tipos están es prestando su territorio, su gente, todos sus recursos, para que la ExxonMobil nos robe a nosotros el petróleo. Esa es la verdad de Guyana y Trinidad.
No en balde apenas Trump asumió la presidencia, de inmediato envió a Marco Rubio a esos enclaves que dejaron los ingleses en nuestras fronteras con la orden de que estas elites en Trinidad y Guyana atentaran contra Venezuela, y como eso, vemos a Colombia, Brasil y otros haciendo la misma tarea contra Venezuela por el simple hecho de que son comisionados pagados por las transnacionales. La ExxonMobil le está pagando a periodistas, lobistas, políticos internacionales, la ONU, la OEA, a todo el mundo, para que los dejen robarse el petróleo venezolano. ¿Y cuál es la diferencia? Nadie le está pagando a nadie para que le roben el cobre a Chile, las empresas transnacionales se están robando el cobre cagaos de la risa, pagan lo que les dé la gana; se están robando el petróleo de Brasil pagando lo que les da la gana, se están robando el gas y la cocaína de Colombia pagando como les da la gana; y asimismo el petróleo ecuatoriano y el recurso peruano, todos como les da la gana; cogiéndose toda la Amazonía y no dicen nada, nadie habla de eso, nadie se alza contra esos tipos, no hay un solo presidente que diga "no me puedes pagar el precio del petróleo así, no me puedes pagar el oro así, no me puedes pagar el cobre así". No, lléveselo, feliz.
De vaina no le entregan un premio porque se llevan el petróleo como hacían antes en Venezuela. Antes se celebraba a los gringos aquí, y esa es la diferencia entre el chavismo y todo lo demás que existe en el planeta. Y es una idea, porque en el año 2000 ya Chávez tenía en mente que había que negar el ALCA y se opuso en Quebec a la firma del Tratado de las Américas, y después en Argentina convenció a Kirchner y a Lula y a los demás de que no había que firmar esa vaina y crearon el ALBA, Petrocaribe. Porque tenía la idea de una gran alianza estratégica que mantuviera al Caribe y Latinoamérica juntos y poder negociar de tú a tú con las grandes corporaciones tal y como lo están haciendo chinos, iraníes y rusos en una alianza estratégica, porque ven que el capitalismo financiero especulativo los quiere robar abiertamente, y todo ese ejemplo lo dio Chávez.
Hubo alguna gente que se opuso a Chávez: profesionales, intelectuales, académicos, artistas, políticos que se supone son de izquierda, con discursos muy bien elaborados pero que al probar las mieles del poder dijeron: "Aquí no hay que hacer más nada, estamos bien, ya estamos cogiendo, para qué vamos a seguir luchando, lo que hay es que negociar con los dueños para mantenernos a flote", y Chávez dijo no, nosotros no vinimos aquí a eso, nosotros vinimos a luchar por un pueblo, por una idea, por la posibilidad de hacer un país, y toda esa gente se ha ido del chavismo, toda esa izquierda, todos esos intelectuales, todos esos profesionales se han ido del chavismo a trabajar con las corporaciones en sus distintas presentaciones, y algunos de los que quedan están agazapados ahí, esperando que el gobierno se equivoque o esperando a ver cómo traicionan, esperando a ver quién le pagará mejor la traición. Muchos están molestos porque ya están acomodados, pero como Chávez propuso una tarea a largo plazo, no para acomodarse los políticos, los profesionales, los artistas, los académicos, donde se trata de construir un país que a futuro la gente no tenga que pensar: ¿qué como, qué bebo, qué voy a hacer con mi vida, estudio o no estudio, trabajo o no trabajo, tendré hijos, cómo los voy a mantener, tendré casa?
La idea es construir un país donde el que nace estará protegido y educado para resguardar en el futuro a otros, y que las condiciones materiales de su existencia estén resueltos y que lo enseñarán a proteger esas condiciones materiales de existencia, no a dañarla, no a cogérsela. Pero bueno, falta bastante para llegar todavía a ese nivel de conocimiento, de convicción, de principios que se nos vuelvan ética práctica, íntima en el cuerpo, que no tengamos que robar ni engañar a nadie, ni andar pensando a quién jodo para vivir, sino que las cosas están resueltas y además sabemos cómo se resolvieron y había que resolverlas, porque de otra manera no teníamos opciones.
Pero volvamos a Los Ángeles y a la vergüenza que sentimos los venezolanos cuando vemos en el extranjero cómo unos pocos nacidos en estas tierras despotrican contra el gentilicio. Vemos a los venezolanos en Argentina cuando ganó Milei, "yo vengo del futuro", y ahora dedicados a trabajar duro y el doble, callaítos, dedicándose a malvivir en su feliz pasado. Esos influencers venezolanos en Argentina y otros países están callaítos todos, esperando nada más que llegue el avión de Venezuela para venirse, para llegar aquí a mentir descaradamente, "es que yo siempre quise venirme, yo fui fue de paseo". Así están todos, pidiendo cacao, pero lo peor es en Estados Unidos, donde los están expulsando con humillación, los están estafando los coyotes, la migra, los abogados, y el único que está dispuesto a prestarles ayuda es paradójicamente el gobierno que quieren tumbar.
Estos personajes sinvergüenzas que se creen maestros del ajedrez político mundial, en su hambre, miedo e ignorancia no entienden que no llegan ni a piedrita para marcar el bingo.