Lun. 19 Mayo 2025 Actualizado 4:03 pm

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Rusia ha diseñado un sistema logístico evasivo a las sanciones occidentales (Foto: Sinay Shutterstock)
La UE contra los "barcos fantasmas"

¿Podrá la flota petrolera rusa navegar las nuevas olas de sanciones?

Hace días la Unión Europea (UE) y Ucrania presionaron al gobierno ruso por una tregua de 100 días, como "condición" para reanudar conversaciones orientadas a pacificar el conflicto en desarrollo.

La Federación de Rusia y el gobierno de Vladímir Putin han mostrado su apertura a nuevas negociaciones pero, desde su perspectiva, no desean un "congelamiento" de la guerra; más bien que esta alcance su fin luego de consolidar acuerdos sólidos y duraderos, con garantías esenciales para las partes.

Rusia negocia desde su situación de dominio táctico y estratégico en el terreno. La ventaja militar le ofrece las condiciones para alcanzar las mayores ganancias y sostener algunos inamovibles claves en cualquier escenario de diálogo.

En este contexto ha sido especialmente relevante el rol de Estados Unidos. El gobierno de Donald Trump ha contenido un apoyo militar adicional de su país a Ucrania, por ahora, y ha alcanzado un importante acuerdo por recursos minerales y tierras raras con la nación eslava.

Estados Unidos ha asumido una postura aparentemente positiva al cambiar, circunstancialmente, el perfil de su política hacia Rusia. Esto, al ver insostenibles sus planes estratégicos de "debilitar" Rusia mediante una guerra subsidiaria vía Ucrania. Al menos hasta ahora, los objetivos iniciales de Washington parecen truncados y diferidos.

Las nuevas condiciones han ofrecido la oportunidad para un nuevo proceso de negociación. Rusia ha propuesto retomar el camino interrumpido, construido en Estambul en 2022 y truncado por Reino Unido y Estados Unidos específicamente, al prometer a Ucrania más apoyo y la victoria contra Rusia.

Ahora, la UE y Ucrania presionaron a Rusia por un alto al fuego, que Moscú no acató.

En virtud de esto, el bloque europeo ha promovido el 17.º paquete de sanciones económicas contra la Federación. Por el contexto, esto podría considerarse un importante boicot a la iniciativa en Estambul y una hostilidad innecesaria, justo cuando Rusia ha aumentado su disposición a negociar.

Sin embargo, las delegaciones de Rusia y Ucrania se citaron en Estambul, eso sí, en medio de altas tensiones, injerencia de actores extranjeros y señalamientos mutuos, lo cual ha servido para alcanzar unos primeros aunque modestos significativos avances.

LAS SANCIONES A LA "FLOTA FANTASMA" DE RUSIA

El 17.º paquete de sanciones europeas contra Rusia desde 2022 incluye casi 200 barcos petroleros de la llamada "flota en la sombra" que comercian con crudo ruso.

El bloque comunitario presiona también 30 nuevas empresas implicadas indirectamente en las operaciones militares en Ucrania por suministrar elementos, especialmente en bienes de doble uso civil y militar, que se enfrentarán a nuevas restricciones comerciales.

El paquete incluye asimismo sanciones individuales a personas y empresas vinculadas con el complejo industrial militar ruso. Además, se dota de una base legal para castigar flotas que destruyan infraestructuras como cables submarinos, aeropuertos o servidores y otra para presionar a "facilitadores financieros", entre otras medidas de sanciones secundarias.

FACTORES DE VIABILIDAD DE LA MEDIDA

Este nuevo hito en la política de sanciones europeas no cuenta con un respaldo abierto del gobierno estadounidense. De hecho, hasta ahora su reacción ha sido prácticamente nula, por lo que la decisión de la UE parece un acto completamente unilateral de la UE, signo de un desacoplamiento claro.

Las medidas contra las embarcaciones son un componente destacable en esta correlación de eventos. Esto, dado que Europa ha tenido una política de sanciones hostiles contra Rusia, pero con un doble rasero.

Los gobiernos europeos han conocido plenamente la existencia de la "flota fantasma" rusa y diversas operadoras marítimas, especialmente griegas, han interactuado en operaciones de petróleo "desrusificado", comprado en Türkiye, India o incluso a empresas chinas revendedoras.

La "flota en la sombra" también ha realizado maniobras en puertos europeos, a plena luz del día. Pero en el nuevo paquete de medidas no se ha incluido a operadores europeos por trabajar con estos barcos rusos, o al menos no figuran en la nueva lista alguna entidad de Europa occidental.

Otro detalle importante es que las actividades evasivas y furtivas de Rusia están diseñadas justamente para eludir el impacto de las sanciones. Como es sabido, los barcos sin identificación fiable, al margen de los protocolos mercantes marítimos, o que navegan con transpondedores apagados, son completamente escurridizos a este nuevo esquema de hostigamiento.

La realidad y puesta a prueba de los ya desarrollados métodos evasivos de Rusia descolocan completamente la estrategia coercitiva de la UE, le restan efectividad.

Datos presentados por Bloomberg, de acuerdo con rastreo de buques (vessel tracking), sugieren que en términos formales el país eslavo ya no destina crudo a Europa.

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Bloomberg divulgó datos de los movimientos de barcos petroleros rusos (Foto: Bloomberg)

Los datos refieren que la casi totalidad de su crudo despachado por embarcaciones va a Asia —en alusión a China y la India— y apenas una pequeña fracción va al Mediterráneo, en alusión a Türkiye.

Pero recordemos que estos datos no necesariamente corresponden con la realidad debido a los métodos evasivos de rastreo por parte de las embarcaciones rusas.

En el 15.º paquete de sanciones de la UE contra Rusia, divulgado a finales del año pasado, se había incluido a 79 barcos petroleros rusos de esta flota furtiva.

Tal como se aprecia en la gráfica, esto no generó algún impacto significativo o sostenible en las actividades comerciales del crudo ruso.

Los niveles y cuotas de mercado de Rusia por despacho marítimo se han mantenido. Si se observan los datos en perspectiva, los niveles de despacho actuales son incluso superiores a las primeras semanas de 2022, justo antes de las oleadas de sanciones.

Por otro lado, los europeos siguen sin sancionar directamente a sus empresas que adquieren petróleo ruso en el mercado primario o secundario, ni en Europa ni en Asia, y esto es una importante señal; claramente no existe interés real de que el crudo de ese origen desaparezca absolutamente del mercado europeo, no mientras no se sustituyan completamente a los proveedores, no mientras el viejo continente vea agudizada su situación de vulnerabilidad en el acceso a energías.

Entonces, considerando el nivel de eficacia real del 17.° paquete de hostilidad europea en esta materia, la medida debe considerarse como una acción que está más enmarcada en el campo político y propagandístico. Otra maniobra de relaciones públicas con intenciones de enmascarar el declive europeo en el concierto internacional.

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