La situación continúa siendo muy inflamable y podría explotar fácilmente con la menor chispa.
Rusia y Estados Unidos no suelen ponerse de acuerdo en muchas cosas, pero sus principales diplomáticos acaban de dar la voz de alarma sobre Siria, lo que debería convencer a los observadores objetivos de que sus advertencias tienen credibilidad. El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que "la situación en Medio Oriente es especialmente preocupante, sobre todo en Siria, donde grupos de militantes radicales cometen verdaderos actos de limpieza étnica y ejecuciones masivas por motivos étnicos y religiosos". Se refería así a las matanzas de la minoría alauita en Siria en marzo, similares a las de la Noche de los Cristales Rotos.
En cuanto al secretario de Estado Marco Rubio, declaró que "nuestra valoración es que, francamente, la autoridad de transición, por los retos a los que se enfrenta, está quizá a semanas —no a muchos meses— de un posible colapso y de una guerra civil de proporciones épicas, que básicamente llevaría a la división del país". Probablemente, aludía no solo a los asesinatos masivos de alauíes en Siria sino también a las recientes tensiones con la minoría drusa y a los posibles problemas para aplicar el acuerdo de reintegración nacional alcanzado en primavera con los kurdos.
Antes de estas advertencias de altos diplomáticos hubo cierto optimismo cauteloso sobre el futuro de Siria después de que Rusia pudiera mantener sus bases allí por un tiempo. Trump se reunió con Jolani/Sharaa y luego Estados Unidos y la Unión Europea levantaron las sanciones a Siria. Sin embargo, estos tres acontecimientos positivos se vieron eclipsados por los problemas antes mencionados que, unidos a la rivalidad entre Israel y Türkiye en Siria, crearon una situación muy explosiva.
Para empeorar las cosas, la base aérea rusa de Jmeimim fue atacada recientemente por militantes uzbekos, según el milblog ruso Rybar, quienes podrían haberse revelado por cualquier motivo, pero Rybar sospecha que en realidad pretendían enviar un mensaje hostil que las nuevas autoridades pudieran negar. Sea cual sea su verdadera motivación, demuestra lo volátil que sigue siendo la situación en Siria, lo que podría llevar a todas las partes interesadas extranjeras a considerar seriamente sus planes de contingencia en ese país.
Se trata de Rusia, Estados Unidos, Türkiye, Israel e, incluso hasta cierto punto, del Eje de la Resistencia liderado por Irán, y la interacción entre ellos podría determinar de forma decisiva el futuro de Siria. Aparte de la rivalidad israelí-turca descrita anteriormente, se ha informado que Israel estaba presionando a Estados Unidos para mantener las bases rusas en Siria a principios de este año, mientras que otro informe afirmaba que Israel participa en conversaciones secretas con Siria mediadas por los emiratíes. También hay que tener en cuenta los recientes informes sobre las desavenencias entre Trump y Bibi, que podrían ser irreconciliables.
Otra variable influyente podría ser la naciente "nueva distensión" ruso-estadounidense, que podría verlos coordinar sus actividades en Siria, al igual que Türkiye y Estados Unidos podrían hacer lo mismo después de que Trump felicitara a Erdogan por el cambio de régimen del pasado diciembre. Los observadores tampoco deben descartar que el Eje de la Resistencia pueda tener algunas "células durmientes" en toda Siria, esperando el momento adecuado para "despertar". La caótica interacción entre estos actores extranjeros relevantes podría fácilmente "balcanizar" Siria.
Por lo tanto, Siria podría vivir tiempos difíciles debido a estos factores. Recapitulando, la persecución de las minorías por parte de las nuevas autoridades podría empujar a algunas de ellas a tomar las armas, tras lo cual podrían ser patrocinadas por los actores extranjeros identificados. Algunos de estos actores externos podrían entonces explotar a estos socios como apoderados para dividir y gobernar Siria. Si se desencadena otra guerra a gran escala, la región volverá a desestabilizarse y otra oleada de refugiados podría llegar a Europa.
Andrew Korybko es un analista político estadounidense radicado en Moscú, especializado en la relación habida entre la estrategia de Estados Unidos en Afro-Eurasia, la visión global de China de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y las guerras híbridas.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el blog de Andrew Korybko el 24 de mayo de 2025 y fue traducido para Misión Verdad por Spoiler.