Lun. 14 Julio 2025 Actualizado 5:25 pm

312656fc1bd9.jpg

Maqueta de la nave espacial rusa de la serie Glonass-K (Foto: Archivo )
Cooperación rusa y soberanía satelital

Qué significa tecnológicamente para Venezuela la instalación de GLONASS

El encendido de los relojes atómicos y la alineación de la antena principal marcaron la puesta en marcha de la estación Glonass instalada por la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) y Roscosmos en Guárico, primer nodo del sistema ruso en territorio venezolano.

"El acontecimiento de hoy es un avance tecnológico y un símbolo de la profunda confianza y entendimiento mutuo entre nuestros países… Rusia apoya de forma constante a Venezuela en su camino hacia las estrellas", afirmó el embajador Serguéi Mélik-Bagdasárov durante el acto de inauguración.

La nueva antena parabólica, de unos 13 metros de diámetro, podría reducir el error de la señal Glonass en la región: pasaría de los habituales 7 metros a cerca de 2 metros, según estimaciones basadas en datos de Roscosmos sobre estaciones de corrección terrestres. Esa ganancia de precisión es esencial para la agricultura de precisión, la logística y las futuras redes 5G. La ministra de Ciencia, Gabriela Jiménez, destacó que el sistema "optimizará servicios terrestres, marítimos y aéreos", y reforzará la soberanía tecnológica venezolana.

La instalación forma parte de una colaboración ruso-venezolana que, tras los primeros acuerdos petroleros y de defensa, hoy abarca un abanico de proyectos civiles y científicos recogidos en el Acuerdo de Asociación y Cooperación Estratégica a diez años, suscrito en mayo de 2025 en Moscú por los presidentes Nicolás Maduro y Vladímir Putin.

Con los primeros datos fluyendo por la red de fibra de la ABAE, Caracas envía un mensaje importante: existen alternativas a los sistemas occidentales GPS y Galileo. Cada segundo, el pulso de la estación sincroniza Venezuela con la constelación rusa y abre un nuevo capítulo de autonomía digital frente a presiones externas.

Por qué Venezuela necesitaba un nodo propio de posicionamiento

La red de navegación rusa Glonass nació en la Unión Soviética a finales de los años setenta, puso en órbita sus primeros satélites en 1982 y, con la constelación actual de 24 unidades, ofrece cobertura mundial continua. Roscosmos ya está enviando al espacio la serie Glonass-k2, que incorpora relojes más estables y nuevas señales para que la exactitud baje de los tradicionales tres-cinco metros a menos de uno, según datos del operador del sistema publicados por la revista GPS World.

Para que esa precisión se note en tierra, hace falta medir y corregir continuamente la órbita de cada satélite, tarea que asume la estación recién encendida en la Base Capitán Manuel Ríos, en Guárico. Sus antenas reciben la señal, la comparan con la trayectoria ideal y envían microajustes a Moscú; al mismo tiempo, generan en Venezuela una referencia de tiempo exacta que, de acuerdo con la ABAE, reducirá el error de posicionamiento en el Caribe desde alrededor de siete metros hasta unos dos.

Con ese margen más fino, el gobierno puede maniobrar acciones concretas. En transporte y logística, la señal servirá para trazar rutas de camiones, barcos y aviones con menor consumo de combustible y mejores tiempos de entrega; en agricultura de precisión, tractores y drones podrán sembrar y fumigar con menos desperdicio de semillas y fertilizantes; la cartografía y el catastro obtendrán coordenadas más exactas para actualizar mapas y deslindar tierras; y los equipos de protección civil contarán con localización fiable durante inundaciones o incendios, porque sabrán exactamente dónde están las cuadrillas y los puntos de riesgo.

Además de estos elementos, disponer de una fuente local de tiempo tan estable puede, a medio plazo, ayudar a mantener sincronizadas las antenas 4G y 5G y a coordinar redes eléctricas inteligentes, dos servicios que necesitan que todos sus equipos funcionen al mismo compás. La revista Inside GNSS —siglas en inglés de Global Navigation Satellite System, término que engloba todos los sistemas de navegación por satélite como GPS (EE.UU.), Glonass (Rusia), Galileo (UE) o BeiDou (China)— señala que los módulos de temporización basados en estas constelaciones ya alcanzan precisiones de apenas unos nanosegundos, suficientes para que las llamadas, los datos móviles y el flujo de electricidad fluyan sin cortes.

Un ecosistema binacional para autonomía tecnológica

La cooperación tecnológica entre Caracas y Moscú se despliega hoy en varios frentes que van mucho más allá del nodo Glonass.

En salud, la farmacéutica rusa Geropharm y la estatal Espromed BIO culminaron la modernización de la planta caraqueña que comenzará a producir insulina en 2025. El convenio incluye transferencia íntegra de la tecnología de fabricación, formación en San Petersburgo para los técnicos venezolanos y la creación prevista de más de cien puestos de trabajo, con un objetivo inicial de 3 millones de viales al año, cifra capaz de cubrir la demanda interna y blindar el país frente a eventuales cortes de suministro.

En el campo informático, la delegación venezolana que asistió al Foro Digital Global celebrado en Nizhni Nóvgorod acordó con el Ministerio de Desarrollo Digital de la Federación Rusa una hoja de trabajo para capacitar especialistas nacionales en ciberseguridad, tecnologías libres y en inteligencia artificial. El programa contempla apoyo de empresas rusas dedicadas a salud y educación basadas en tecnología avanzada.

Estos planes se insertan en la agenda establecida en la XVIII Comisión Intergubernamental de Alto Nivel, cuyas actas incluyen 17 acuerdos para fortalecer la cooperación en ciencia y tecnología hasta 2030, con líneas específicas en geología, petróleo, seguridad industrial y formación universitaria de cientos de jóvenes venezolanos en centros rusos.

La ministra Jiménez detalla que, además de astronomía y actividad aeroespacial, Moscú ofreció cupos de especialización en epidemiología y concursos de innovación, mientras Caracas consolida este intercambio académico a través de la recién creada Universidad Nacional de las Ciencias "Doctor Humberto Fernández-Morán".

Cada proyecto aporta una pieza distinta. La planta de insulina reduce importaciones sensibles; la formación en ciberseguridad y programación de código abierto refuerza la infraestructura digital; la transferencia de conocimientos en geología y energía actualiza la columna productiva del país; y la estación Glonass ofrece la referencia de tiempo y posición sobre la que todos esos sistemas podrán coordinarse.

Bajo las sanciones y restricciones financieras que pesan sobre ambos países, Moscú y Caracas han tejido una asociación tecnológica complementaria. Rusia aporta equipos, conocimiento y plazas de formación, mientras Venezuela ofrece un mercado y una plataforma geográfica clave en el Caribe. Juntos avanzan hacia la diversificación industrial y la autonomía frente a insumos occidentales.

Bajo estas coordenadas, la instalación guariqueña encarna la articulación entre exploración espacial, producción industrial y formación científica, con el propósito de fortalecer la autonomía y el crecimiento sostenido.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<